En los últimos 10 años he leído un montón de libros, artículos y estudios relacionados con la creatividad y la economía, o en como ganarte la vida a través de una profesión creativa. En estos textos generalmente se habla de tarifas, precios, mercados, demanda de productos o servicios, etc, a lo largo de todo el espectro de las artes visuales.
Los estudios hablan de tarifas diarias de freelancers, diseñadores, artistas, etc. Si estás interesado en consultar algunos de estos datos, - y deberías - aquí te dejo algunos enlaces que pueden serte de utilidad.
http://www.a-n.co.uk/news
http://www.artquest.org.uk/
http://www.artscouncil.org.uk/
http://theaoi.com/
http://www.mad.co.uk/
http://www.londonfreelance.org/
http://creativereview.co.uk/
http://www.designweek.co.uk/
Sin entrar demasiado en estos temas (otro día hablaré en detalle de todo esto) paso a destacar algunas de las dificultades a las que nos enfrentamos aquellos que nos dedicamos a una profesión artística.
Hay algunos sectores artísticos con claras ventajas comerciales sobre otros. Como por ejemplo, publicidad, televisión, música, fotografía o ilustración. Todos ellos siempre han sido mejor gestionados en cuanto a derechos se refiere que las bellas artes o las artes aplicadas. Cuando hablo gestionados en cuanto a derechos, me refiero a la forma de gestionar pagos, derechos, licencias y royalties. Estos están perfectamente establecidos en estas industrias.
Por el contrario, la mayoría de las bellas artes, artesanos y diseñadores, dependen más de vender sus productos o servicios, o trabajando por una tarifa diaria que de generar dinero a través de licencias, reproducciones, réplicas, etc.
Por otro lado, en el dominio comercial hay muchos trabajos, bien pagados, u oportunidades freelance para arquitectos, diseñadores gráficos, animadores, diseñadores de producto, etc, pero es extremadamente difícil encontrar trabajos de larga duración, y casi imposible, posiciones permanentes o contratos fijos para film-makers, fotógrafos, ilustradores, vfx artists, bellas artes o artes aplicadas.
Además de que los sueldos en el sector artístico o público son mucho más bajos que en otros sectores comerciales.
Cuando te pasas muchos años soportando cargas de trabajo muy grandes, con un salario más bien bajo, te envuelves en una trampa de "pobreza". Nótese que pongo pobreza entre comillas, ya que no me refiero a pobreza extrema donde uno no puedo comer. Me refiero a una situación económica que te aprieta y agobia todos los días, donde apenas puedes permitirte gastar más dinero del debido, donde cuentas cada céntimo. Todos los que os dedicais a un oficio artístico, sabéis de lo que estoy hablando y si no, solo tenéis que charlar con cualquier músico o actor a la salida de un bolo o una actuación en el teatro de turno.
Ser "pobre" no es algo romántico, idílico. Es estresante, incómodo. No tener una red de seguridad en caso de que algo vaya mal, es una sensación cuanto menos, indeseada. Esta "pobreza" es un problema muy evidente entre las profesiones artísticas, especialmente en aquellos artistas que no se dan cuenta que vivimos en una economía basada en un mercado de demanda.
Los artistas visuales tenemos que generar ingresos de forma continuada para mantener un nivel de vida sostenible. Sólo hay un pequeño grupo privilegiado de artistas que gozan del beneficio económico generado mediante otras industrias, trabajos anteriores o simplemente, herencias familiares. El resto de los mortales que se dedican a cualquier campo creativo han de vender productos u ofrecer servicios para generar beneficios.
Ganar dinero a través de la creatividad
Por supuesto que hay muchos profesionales creativos que se ganan la vida de forma decente, con unos ingresos más que aceptables, y que han sido capaces de gestionar su vida profesional de forma eficiente.
Sin embargo, hay un buen puñado de artistas y diseñadores que viven en unas condiciones un tanto complicadas. Algunas de las razones que causan estos desajustes económicos son: no tener unos conocimientos necesarios sobre como funciona un negocio, problemas para gestionar presupuestos, insuficiente demanda para los productos o servicios ofrecidos por los artistas/diseñadores, etc.
En general, el problema más común erradica en la visión idealizada de lo que es ser un artista, sobretodo en jóvenes recién graduados. Si a esto sumamos la poca o nula preparación legal o financiera que los estudiantes reciben en sus primeros años, terminamos con un grupo de creativos que no saben buscar salidas económicas reales a su trabajo.
No tener o no querer tener conocimientos sobre negociación, contratos, condiciones legales, comisiones, seguros físicos y lógicos, etc, solo te servirá para que mucha gente se aproveche de ti en tu día a día, cometer errores garrafales y para estar mal pagado durante muchos años.
Echando la vista atrás
Todos estos problemas relacionados con la parte financiera del profesional creativo, no son nuevos ni mucho menos. Solo tenemos que echar un vistazo a la historia moderna del arte para darnos cuenta de que llevamos cometiendo los mismos errores durante muchísimos años.
En el libro "Como acabar de una vez por todas con la cultura" de Woody Allen, recuerdo que en uno de los textos dos personas tienen una conversación en Hollywood. Una pregunta a la otra que a que se dedica. Y la otra persona responde que es actor. El primero replica: Ah ok, entonces vives con tus padres y durante las noches trabajas de camarero.
Y así es. Si conoces a algún bailarín, actor, músico, pintor, etc, seguramente viva en un piso compartido y tenga un trabajo extra de media jornada para poder pagar las facturas.
Si recordamos a algunos de los profesionales creativos más influyentes de la reciente historia del arte, encontraremos nombres como Vincent Van Gogh, quien malvivió gracias a las donaciones de su hermano Theo, pero que apenas vendió una sola pintura en vida, para acabar muriendo en la miseria.
Barbara Hepworth, la escultora británica, ganó un sin fin de becas que la permitieron desarrollar su actividad artística. Yves Klein, el artista conceptual francés se ganaba la vida dando clases de Judo, prácticamente hasta el dia de su muerte.
Wayne Heminghway, el diseñador británico, estuvo varios años vendiendo ropa en Camden Market hasta que pudo abrirse un pequeño estudio. Y así un sin fin de ejemplos, no solo de personajes influyentes en el arte moderno, si no de artistas y diseñadores cuyos nombres nunca vamos a conocer.
¿Entonces, cómo hago rentable mi trabajo?
Hay un sin fin de formas de explotar tu talento y convertirlo en un negocio creativo. Algunos artistas/diseñadores venden sus productos de forma online, o através de tiendas físicas que funcionan como cadenas o boutiques independientes. Otros, pueden encontrar un buen contrato trabajando para algún estudio, o para una firma corporativa. Agencias de publicidad, productoras de cine, firmas de moda, etc.
Otros artistas venden sus obras en exposiciones, museos, exhibiciones, comisionados, etc. También la via educacional es otra alternativa muy en alza. A raíz de transmitir tus conocimientos mediante talleres, workshops, presentaciones, cursos online, exposiciones, etc.
Creatividad vs demanda
No nos engañemos, son muy pocos los profesionales creativos que pueden ser realmente libres en cuanto a creación se refiere.
Mientras que las escuelas de arte e universidades fomentan la creatividad, la conceptualización de ideas innovadoras y el enriquecimiento cultural a través de nuevas técnicas y estilos, los mercados son en general conceptos cerrados, con demandas muy bien delimitadas y cuyas barreras no son fáciles de mover.
De hecho, si consigues ser representado o comisionado a través de un dealer o agente, éste esperará de ti que te encasilles en unas directrices marcadas y no te salgas demasiado de ellas, ya que cuesta tiempo y dinero construir un mercado para ti basado en las características de tu trabajo. Cuanto antes te mentalices de esto, menos palos te llevarás a lo largo de tu carrera.
Artesanos y creativos relacionados con artes aplicadas, en muchas ocasiones se verán obligados a realizar tareas repetitivas para satisfacer a los stocks de sus clientes intermediarios. Quizá no sea tu ideal de negocio, pero ayudará a engordar tus ingresos.
Si piensas en diseñar, construir y comercializar tus propios productos/servicios, y hacerlo todo de forma autónoma, sin ningún tipo de intermediarios, tendrás que organizarte de forma mucho mas estructurada, ya que estarás cubriendo partes del proceso para las que nunca te has preparado con anterioridad. También deberás de conocer los entresijos de tu industria, saber como funciona y como sacarle todo el partido posible.
Raramente se presenta una firma, un hombre de negocios o un business angel para ayudarte a levantar tu actividad profesional, bien sea un servicio o un producto. Así que no te queda otra que darte a conocer, mostrar lo que ofreces y además, hacerlo bien.
Es muy importante que hagas auto-promoción y estés preparado para todo tipo de eventos. Has de llamar la atención de posibles clientes, prensa, distribuidores, contactos en general.
Asegúrate de registrar tu propiedad intelectual antes de presentarla al público, registrar patentes, marcas comerciales, etc. Ni te imaginas la cantidad de meteduras de pata en relación a marcas que cometen estudiantes y jóvenes emprendedores.
Grandes eventos, grandes ciudades, grandes ectcéteras
Si has estudiado en alguna ciudad de provincia, o tu estudio está basado en una ciudad pequeña, no puedes dejar de lado las grandes ciudades, capitales y eventos importantes.
En los grandes eventos, que generalmente ocurren en las grandes ciudades, estarán presentes todo tipo de contactos que pueden ayudarte en tu actividad creativa.
Estoy hablando de recruiters, artistas senior, supervisores, agentes, delares, publicistas, periodistas, agencias, museos, etc. Éstos no van a pasearse por tu pueblo o ciudad a menos que tengan un buen motivo para hacerlo, así que mejor déjate ver por los eventos importantes de tu industria.
También has de considerar que generalmente, la parte de la población y empresas más ricas de un país, se ubican en las grandes ciudades, y sobre todo, en las capitales. Es importante que te dejes caer por estos focos de atención, no solo nacionales si no internacionales.
Madrid puede ser la ciudad más importante de España para tu actividad profesional, pero quizá en Londres o New York puedas expandir tu mercado considerablemente.
Si aún eres estudiante, empieza a promocionar tu trabajo desde el primer día, no esperes a graduarte. No importa cual sea tu actividad, bien seas fotógrafo, diseñador industrial, ceramista o arquitecto. Autompromociónate desde el primer día, hoy es gratis. Crea tu propia campaña de marketing y difúndela entre profesionales, media, foros dedicados, eventos, etc.
No te costará un céntimo, te darás a conocer y llegarás a un público que seguramente de otra forma no llegarías. Estoy hablando de herramientas como blogs, redes sociales, foros, etc. Incluso puedes promocionarte de forma completamente gratuita en revistas de tirada nacional e internacional, enviándoles tu portafolio y muestras de tu trabajo.
Realizar pequeños talleres gratuitos y demostraciones para otras marcas también puede ser una buena forma de autopromocionarse, ya que estas marcas tienen grandes mecanismos de difusión, y asociar tu nombre a ellas te beneficiará a la hora de darte a conocer. Y no solo eso, si no que tu nombre ligado a una gran marca, puede ayudarte a rodearte del prestigio que se atribuye a la marca y que tu de momento careces.
Al menos, al principio de tu carrera o mientras aún eres estudiante, no recurras a fuentes externas para promocionarte. Seguramente te costará un dinero que no puedes permitirte, y además, nadie tendrá mejores intereses e intenciones en ti que tu mismo.
Mantén tu página web o blog al día, con tus últimos trabajos y trata de actualizarla a menudo. Estate siempre preparado para en cualquier conversación poder mostrar tu arte a cualquier persona. Simples tarjetas de visitas con tu nombre y portafolio son indispensables. Conversaciones sobre oportunidades profesionales ocurren en los sitios menos insospechados, desde ferias y exhibiciones a bares y cafés. Ten siempre a mano algo que puedas enseñar o algo que recuerde a la gente quien eres y donde encontrarte.
Tengo trabajo pero quiero emprender
Si tienes la suerte de encontrar un trabajo más o menos estable en una empresa o firma, dentro de tu rama artística, y que además te proporciona un buen salario, no lo desaproveches.
No es una situación fácil de conseguir, así que sácale partido a las ventajas que te ofrece, al mismo tiempo que trabajas en tus propios productos o servicios.
Trabajar para una compañía te proporcionará unos conocimientos sobre la industria que te serían muy difíciles de adquirir trabajando por tu cuenta. Te proporcionará experiencia profesional en la travesía de junior artist a senior artist, creando así cierto prestigio asociado a tu nombre y a los proyectos en los que has trabajado. E incluso puede que tu trabajo como empleado cubra todas tus inquietudes artísticas y no necesites explorar más allá de tu oficina.
Pero si aún así, lo que quieres es emprender y desarrollar tus propios productos y servicios, aprovecha todos lo que tu trabajo como empleado te puede aportar, incluída la seguridad de recibir un cheque cada fin de mes.
Llegará un momento en el que tus propias creaciones requieran de más tiempo para poder ser ejecutadas, en ese momento deberás decidirte en continuar con tu trabajo como empleado o por fin establecerte por tu cuenta. O porque no, trabajar como empleado a tiempo parcial y dedicar el resto del tiempo a tu propia empresa.
En el momento en que empiezas a desarrollar tus propio productos o servicios, bien sea trabajando bajo tu propio nombre, o trabajando al mismo tiempo para otra firma, deberás plantearte si quieres realizar actividades basadas en las exigencias del mercado, como la mayor parte de empresas. Es decir, proporcionando bajo demanda. O por el contrario, si quieres innovar con productos o servicios que quizá el mercado aún no sabe que necesita.
Lo primero es más o menos fácil, aunque la competencia será mayor. Lo segundo, es en general bastante complicado, pero si lo haces bien, quizás seas la única persona capaz de satisfacer tu mercado, así que si todo sale bien, habrás encontrado la actividad que te permita establecerte como emprendedor artístico.
Elijas el camino que elijas, no olvides emplear un buen tiempo en investigar el mercado al que quieres dirigirte. No cometas el típico error de fiarte de tu instinto y de tus sensaciones, eso no funciona. Hay millones de historias de diseñadores de muebles que diseñan ideas que creen ser originales y al cabo de dos años se encuentran que ya existe su idea y además está patentada e incluso construída.
Hay también cientos de ejemplos creativos que han fracasado porque no hay un mercado interesado en lo que ofrecen. Investiga tu mercado, tu producto, tu servicio, etc, siempre.
En el mercado visual tendrás que salir a la calle y crear tus propias oportunidades, desarrollar contactos y crear un entorno de confianza a la hora de gestionar con posibles clientes y compradores. No basta con tener conocimientos de negocios, necesitarás ciertas aptitudes que te ayuden a posicionarte frente a los demás. Deberás sacrificar tu zona de confort, tu tiempo, tu vida social, tus horas de relax, etc, para llevar ideas a un mercado que en general, no estará listo para lo que quieres ofrecerle.
También deberás ser flexible y abierto de mente. Quizá tu idea simplemente no funcione, quizá no sea tan buena como pensabas. No tengas miedo a reconocer que tus ideas o tu trabajo no valen, tíralas a la basura y crea algo nuevo. No te obceques con trabajar en cine, quizá tu oportunidad está en televisión o en imprenta. Se receptivo y escucha críticas y opiniones, no quieras morir con tus ideas o estilo si estos no tienen salida comercial.
Puede que tu mercado sea demasiado pequeño, que no haya suficiente demanda, que no puedas cobrar decentemente por tus productos o servicios, o que la tecnología afecte a tu actividad haciendo de esta algo insostenible. Cambiar de dirección y horizontes es bueno y recomendable.
No te encorsetes en una actividad por el simple hecho de haberte formado para ella, o porque alguien espere tu éxito dentro de ese campo. Si tras 5 años como diseñador gráfico encuentras atractivo el mundo del diseño de moda, simpemente explóralo, quizá ahí esté tu oportunidad. A lo largo de la historia multitud de artistas y diseñadores empezaron su carrera profesional haciendo algo muy distinto de la actividad que trajo éxito y reconocimiento a su vida.
Emprender significa aventurarse, y si sumamos la palabra creatividad al emprendedurismo, la aventura será el doble. Tomar parte en ella, depende de ti.