¿Qué es un scene assembler?
Un scene assembler, por definirlo de forma muy primaria, podríamos decir que es un contenedor, un recipiente. Un software donde recolectamos todo el material creado que formaría parte de un plano, o de una secuencia completa. Estamos hablando principalmnete de assets, animaciones, fx, cámaras, etc. Y lo ponemos junto para trabajar el look de todo ese material, para posteriormente iluminar los planos, renderizarlos y enviarlos al equipo de compositores.
Es decir, un scene assembler no es un software DCC donde creamos contenido, si no donde utilizamos el contenido ya creado, para darle vida en cuanto a los requerimientos del plano y secuencia se refiere.
Las tareas principales que vamos a realizar en un scene assembler, son las de look-dev, lighting y render, aunque también podemos realizar otras como layout, set dressing y pre-compositing.
La característica principal que define a un scene assembler, es que trabaja de forma procedural y no destructiva. Lo que llamamos “streamlined”. Siguiendo una serie de jerarquías y órdenes definidas por el usuario, vamos creando diferentes opciones de look, lighting, etc. en función de las necesidades del plano. Si en cualquier momento necesitamos realizar un update de cualquier contenido del plano, bien sea una luz, un personaje, un fx, una cámara, etc. todo el trabajo realizado hasta el momento se actualiza de forma automática, no necesitamos rehacer o reasignar procesos ya establecidos.
Todos estos procesos, que pueden ser muy diferentes, como asignación de shaders, atributos de render, etc. pueden definirse en base a la secuencia y reutilizarse en el resto de planos, sin necesidad de volver a crearlos. De esta forma, estaríamos compartiendo exactamente los mismos procesos en planos que tengan las mismas necesidades. O por dedirlo de otra forma, estaríamos creando y reutilizando templates, lo que nos permite estandarizar la forma en la que trabajamos en cada una de las secuencias de lighting, o incluso a nivel global del show, en cuanto a tareas de look-dev e ingestión se refiere. Estandarizado, algo vital en cualquier facility de efectos visuales.
Esto que hemos contado hasta el momento, no es poco si comparamos las tareas de look-dev y lighting con un software 3D convencional. Pero hay más, como por ejemplo lo que yo llamo “process on demand”. Los diferentes procesos, solo ocurren cuando y donde necesitamos que ocurran. Para empezar, un scene assembler es capaz de cargar una cantidad ingenete de datos, algo que es común en casi cualquier secuencia hoy en dia en proyectos “high end”. Imaginemos una ciudad futurística, con cientos de assets, cientos de luces, miles de texturas, etc. Mover todo eso en un software convencional es prácticamente imposible sin desarrollar herramientas complejas, algo al alcance de pocos. En un scene assembler si somos capaces de hacerlo, gracias entre otras cosas a que los datos, pueden vivir en el script, pero no necesitan ser invocados en todo momento. Esto se denomina “deferring rendering”.
Gracias a estos procesos “on demand” podemos utilizar o no cualquier parte de la escena, tanto en viewport como en render, sin necesidad de passes, overrides, etc. Y en función del plano, podemos indicarle al render lo que necesitamos o no, siempre desde un master template que se mantiene constante en toda la secuencia. Gracias a este sistema de trabajo es muy fácil y rápido gestionar escenas complejas.
Siguiendo ciertos patrones de organización, nomenclatura, etc, podemos organizar los scripts de assembly para que cualquier actualización de un elemento de la escena, sea una actualización ciega, en muchos casos nisiquiera requiere abrir el software para obtener una nueva versión del plano. Todo esto se consigue gracias al sistema procedural de atributos, y al sistema de asignación de shaders, como digo, siempre de forma “streamlined” y siguiendo reglas.
Los scene assembler también permiten crear referencias y sistemas de publicado inteligente, que ayudan a trabajar de forma fluída entre los diferentes artistas y TDs dentro de una misma secuencia y potencialmente el show completo, llegando incluso a trabajar de forma paralela con networks referenciados.
¿Quién utiliza scene assemblers?
Absolutamente todos los vfx facilities, y la mayoría de boutiques medianas. Cualquier empresa de efectos visuales que trabaje en proyectos vfx high end, se va a encontrar en la situación de tener que realizar planos muy complejos, que sólo podrán ejecutarse si el software de render permite realizar ciertas tareas. Por ello, los grandes estudios de efectos visuales y de animación utilizan siempre algún tipo de scene assembler para sacar adelante sus producciones más ambiciosas.
¿Puede beneficiarse un estudio más modesto o un freelancer de un scene assembler?
Sin duda. Depende del tipo de trabajo, el contexto de tu empresa y un largo etc. En ocasiones puede que utilizar un scene assembler sea como matar moscas a cañonazos, pero a largo plazo incluso para un estudio de menos de 10 personas, los beneficios de basar su pipeline de finishing en reglas y templates es más que evidente.
¿Qué scene assemblers están disponibles en el mercado?
Hay varios scene assemblers en el mercado, además de algunos propietarios. Cuando yo trabajaba en MPC, o cuando llegué a Double Negative, no había ningún scene assembler comercial, y teníamos herramientas propietarias, desarrolladas durante años, para sacar adelante las difrentes secuencias de películas como Harry Potter, Narnia, Piratas del Caribe, Batman, etc. Posteriormente estos estudios, y otros para los que también he trabajado, han ido de forma gradual adoptando diferentes scene assemblers comerciales que están siendo desarrollados por terceros.
Foundry Katana
El scene assembler por excelencia. Desarrollado por Sony Pictures Imageworks durante años y ahora comercializado y desarrollado por Foundry. Al igual que Nuke o Mari, Foundry ha sabido poner al servicio de todos una herramienta propietaria, desarrollada en exclusividad para proyectos de efectos visuales y animación.
Katana es el scene assembler más extendido, utilizado por Sony, Weta, ILM, MPC, etc. No es el más sencillo de utilizar de todos, pero tampoco es muy complejo. Basta con recibir un training introductorio y tendrás suficiente para empezar a trabajar en planos.
El viewport de Katana ha mejorado mucho con los años, y ahora ya es posible tener visualización PBR, previsualizar volumes, etc. Con escenas complejas se vuelve lento e inestable, pero la realidad es que a nadie le importa la visualización en viewport, lo que importa es una buena gestión de la escena, y que responda rápido de cara al render. La visualización en viewport, al menos en vfx, es algo secundario.
La navigación de la escena es muy buena en Katana, prácticamente igual que en Nuke, rápida, efectiva, no se puede pedir más.
Katana también ofrece diferentes opciones de render, desde Renderman a Arnold, pasando por 3Delight, que además ahora viene instalado por defecto y se puede utilizar de forma gratuita para aprender.
Mi opinión personal, es que Katana es el mejor scene assembler disponible en el mercado, y si de mi depende basaría el pipeline de look-dev, lighting y render de cualquier estudio high end de vfx en Katana. El único problema, es que es muy caro.
Isotropix Clarisse
Clarisse es otro scene assembler muy utilizado en la industria, siendo sobretodo Double Negative su mayor cliente. ILM, Tippet Studios, ILP, etc. son también algunos de sus usuarios. Yo tengo el dudoso privilegio, de haber sido la primera persona en renderizar un plano con Clarisse para una película, Godzilla.
Lo mejor que tiene Clarisse, son sus herramientas para realizar tareas de layout y set dressing. Los sistemas de scattering e instanciado de Clarisse son simplemente geniales. Extremadamente sencillos de utilizar, rapidísimos y sobre todo, efectivos.
Clarisse es muy sencillo de aprender, mucho más que otros scene assemblers, lo que permite una productividad elevada a un equipo pequeño. Sin duda, mi software de elección para estudios medianos y pequeños.
El viewport de Clarisse es de lejos el mejor de todos, permitiendo una visualización de componentes de shading y lighting en tiempo real, incluso con escenas enormes y complejas. La navegación por otro lado, no es tan buena como en Katana, ya que se basa en “contexts” o carpetas. La funcionalidad es exactamente la misma, también permite crear atributos de render, reglas, jerarquías, etc, pero la visualización es diferente y más incómoda. Esto de todas formas, cambiará con la nueva versión Clarisse Builder.
Lo peor de Clarisse, en mi opinión, es que sólamente trabaja con su propio renderer. Esto no es necesariamente malo, es un buen render, pero yo al menos sigo prefiriendo Arnold. Por otro lado, por un precio muchísimo más bajo que Katana, obtienes un scene assembler, un motor de render y también un compositor 2D. Aunque para ser sinceros, no vas a realizar planos finales con este compositor (o si), pero al menos los lighters podrán hacer slap-comps sin ocupar licencias de Nuke.
Houdini
Houdini no es un scene assembler dedicado, no es una herramienta nacida para ser un scene assembler, pero ya que Houdini es una herramienta procedural, puedes sin duda montarte tu propio scene assembler. No es tan cómodo, ni tan fácil, ni lo hace tan bien como Katana o Clarisse, pero es factible. Yo mismo he trabajado en varios shows donde Houdini era el scene assembler para realizar todo el look-dev, lighting y render. Actualmente es de hecho el software que utilizo en mi empresa como scene assembler.
El viewport de Houdini no es muy bueno que digamos, especialmente utilizando renderers de terceros, pero es más que aceptable. Houdini también permite tener un script muy complejo con muchos assets, fx, etc. y sólamente invocar lo necesario a la hora de render. No es tan eficaz como Katana en este sentido, pero es mucho mejor que cualquir otro DCC.
En cuanto a opciones de renderer, Houdini viene con su renderer nativo Mantra, que está muy bien, especialmente para ciertas tareas como renderizado de volumes, pero en lineas generales, como motor para todos los aspectos de una producción, es inferior a Arnold o Renderman. Existen otras alternativas, como Arnold, Renderman, Vray, Redshift, etc.
El precio es quizás el punto más favorable al considerar Houdini como scene assembler, ya que exsiten difrentes alternativas muy económicas, y además de obtener un scene assembler, y un rederer muy competente, también tienes todo el potencial de Houdini para la creación de contenidos. La curva de aprendizaje es mucho más lenta que los scene assembler antes mencionados, pero cada vez hay más recursos para ayudarte.
En cuanto a gestión de la escena, moverse por Houdini es en mi opinión mucho mejor que en cualquier otro DCC, pero inferior al sistema nodal de Katana, o potencialmente al nuevo Clarisse Builder.
Las herramientas de Houdini para generar point clouds, scatterers, instancias, digital assets, etc. son también un factor importante a la hora de contemplar Houdini como alternativa a Katana o Clarisse. Si bien estas no funcionan con todo su potencial con renderers de terceros, cada vez es mayor el soporte. Houdini también cuenta con un compositor 2D que permite a los lighter realizar slap-comps sin necesidad de ocupar licencias de Nuke.
Gaffer
Gaffer es un Katana simple. Cuando digo simple no me refiero a que puedas realizar menos tareas con el, si con a la simpleza que carateriza la forma de hacer las cosas dentro de Gaffer.
Gaffer es el scene assembly desarrollado internamente en Image Engine, y utilizado en todas sus producciones desde haces años. Además Gaffer es open source y gratuito. Lo que le convierte en un producto muy atractivo.
Es muy sencillo de utilizar, y a dia de hoy soporta diferentes renderers como Appleseed, Arnold o 3Delight, con otros motores siendo portados en un futuro.
La gestión de la escena es para mi la mejor de todos los nombrados hasta el momento, o como mínimo al mismo nivel que Katana, pero todo presentado de forma más limpia, más simple. El viewport es inferior a todos los anteriores, pero como comentaba más arriba, la visualización de viewport es algo secuandario cuando trabajamos en monstruosas escenas.
En Gaffer se pueden utilizar sistemas de instanciado, crear point clouds, etc. Aunque no está tan bien presentado de cara al usuario como por ejemplo en Clarisse, aunque la tecnología está ahí. Y es que John Haddon e Image Engine ofrecen Gaffer de forma gratuita, pero muchos de los recursos internos utilizados en Image Engine o Cinesite, no están disponibles. Aun así, es perfectamente posible montar un pipeline de look-dev y lighting con Gaffer out of the box.
Más o menos este es el panorama actual en cuanto a scene assembler se refiere. Por supuesto hay herramientas propietarias de las que no voy a hablar, y quizás haya algún otro scene assembler por ahí en desarrollo menos conocido. Pero estos cuatro mencionado aquí son los que te vas a encontrar si un dia trabajas para un big facility, o los que puedes incorporar a tu flujo de trabajo en un boutique o empresa más pequeña.
Por último, comentar que Maya, como DCC estandard en la industria de los vfx, aunque no sea un scene assembler y diste mucho de comportarse como tal, en las últimas versiones han sido implementadas ciertas característica para facilitar el trabajo con escenas muy grandes. Por ejemplo los alembic gpu caches, que permiten una carga mucho mayor de assets en una sola escena. Yo los estoy utilizando actualmente y son muy útiles. Por supuesto vestir escenas utilizando ass files de Arnold también es de gran utilidad a la hora de trabajar el dressing de un plano complejo. En resumen, poco a poco queda patente la necesidad de scene assemblers en muchas producciones, ya que los DCC van incorporando en cuanto puedes ciertas características que estamos acostumbrado a ver en scene assemblers. Y además, cada vez son más estudios de vfx de tamaño medio los que comparten secuencias de blockbusters con facilities mayores.
En elephant vfx, tenemos un curso muy completo sobre Isotropix Clarisse, donde mostramos prácticamente todo lo que ofrece el software y diferentes metodologías de trabajo. En cuanto salga de forma pública Clarisse Builder, también prepararemos una formación específica sobre look-dev, lighting y render. Hemos empezado un programa de colaboración con Isotropix para ser evangelistas de sus productos, así que tendréis más formación al respecto.
En cuanto a Katana, por el momento no tenemos ningún tipo de formación, pero ya estamos pensado en un curso que se llamará Katana Fastrack, donde mostraremos como crear un pipeline sencillo de look-dev, lighting y render. Está en nuestra cola de cursos, estad atentos.
En el blog de Xuan Prada podéis encontrar varios videos introductorios a Gaffer, donde podéis ver los primeros pasos en el software. Se postearán más videos sobre Gaffer en el mencionado blog.
También en el blog de Xuan hay una serie de posts sobre la utilización de Houdini como scene assembler. De momento solo se mencionan cosas muy básicas, pero se irá posteando más información de forma periódica.
Hace ya algunos años, publicamos en este blog un completísimo curso online sobre photogrammetry, o fotogrametría (parece ser) en castellano. Desde entonces han aparecido nuevos software, alguna que otra herramienta, y quizás algunos de los procesos han cambiado ligeramente, aunque nada revolucionario, la verdad. Por mi parte, hace tiempo que no trabajo en un proyecto donde requiera de la captura de assets mediante fotogrametría, el útimo show en el que utilicé de forma notoria técnicas de fotogrametría fue Assassin´s Creed.
En aquella ocasión capturé y recreé posteriormente parte del vestuario y props utilizados por Michael Fassbender y Ariane Labed. Tras aquel trabajo, no he realizado más que tareas muy esporádicas y sencillas, en cuanto a fotogrametría se refiere. Aun así, he ido seguiendo nuevas técnicas, herramientas y formas de hacer las cosas, y practicando algunas de ellas cuando el tiempo me lo ha permitido.
En un futuro, pretendo crear un nuevo curso de fotogrametría, expandiendo los conocimientos adquiridos en el primer curso publicado, y actualizando todo aquello que ha cambiado durante estos años. En este post, y en una serie de post que vendrán en un corto periodo de tiempo, pretendo mostraros a aquellos que no tengáis demasiada experiencia en técnicas de fotogrametría, como capturar un par de assets sencillos, utilizando para ello diferentes técnicas y herramientas. Hay que tener en cuenta que no todas las tareas de fotogrametría son iguales, y que no se aplican de la misma forma en todas las industria. Por ello, siempre estaré hablando desde el punto de vista de efectos visuales.
Pasaremos por todas las fases comunes de un proyecto de fotogrametría, incluyendo captura, shooting pattern, color correction, software de fotogrametría, reconstrucción del asset, clean-up, retopología, de-lighting, texturizado, look-dev, y render test.
Este es el asset que pretendemos capturar, una roca incrustada en el suelo. No nos preocuparemos de la hierba, simplemente de la superficie rocosa. Siempre que capturo un asset, hago una fotografía de contexto o staging, simplemente para mostar cual es el asset a capturar y el entorno que le rodea, para tener en cuenta el contexto de cara a una futura reconstrucción.
Los suscriptores de elephant vfx pro, podéis descargaros las fotografías raw para trabajar en este proyecto.
Este tipo de assets son muy sencillos de capturar. Basta con hacer un “turntable” con un par de alturas diferentes. Sin necesidad de utilizar trípode. El único equipo utilizado es una Sony A6000 con un milti zoom y una Macbeth Chart. También conviene utilziar sistemas de medición o escala a la hora de captuar. En este caso no he utilizado ninguno, pero siempre tengo un macbeth chart en frame, con tamaño conocido, así que puedo escalar el asset para obtener una escala real posteriormente.
Los settings de cámara, para este caso en particular, son extremadamente básicos. Fstop 11, ISO 300, aperture priority, es decir, ajuste automático en función de la apertura. White balance fijo, no importa cual (disparamos raw), en este caso nublado, y foco automático. La iluminación es natural, así que no nos preocupamos en ese aspecto. Como decía, este es el “pattern” utilizado para realizar las fotografías.
Mi organización de ficheros, por el momento al menos, es muy sencilla. Diferentes directorios para cada tipo de formato fotográfico.
Quiero utilizar la herramienta color checker passport para calibrar el color de mis fotografías adecuadamente, pero para ello necesito antes convertir las fotografías a DNG. No es necesario convertir toda la secuencia, basta con convertir una sola fotografía en la que el Macbeth chart esté en foco y bien expuesto. Una ve convertida, podemos utilizar la herramienta color checker passport con ella.
Automáticamente los swatches del color chart serán seleccionados, de no ser así puedes ajustarlos a mano. Una vez hecho esto, el software ajustará los valores de los swatches de la fotografía acorde a los valores de medición ideales del fabricantes del color chart. Y con ello crearemos un perfil de cámara que reutilizaremos posteriormente en Adobe Camera Raw para aplicar a todas las fotografías del shoot.
Una vez creado el perfil de cámara, abrimos la fotografía con Adobe Camera Raw. Lo primero que necesitamos hacer es aplicar el perfil creado anteriormente.
Lo que pretendemos con este proceso es linearizar la imagen. Linearizar es un término utilizado para diferentes propósitos en vfx, en este caso nos referimos a dejar la imagen lo más neutra posible, entendiendo por neutra, plana.
El tipo de curva debe ser linear, para que la transformación aplicada sea lo menor posible, y todos los ajustes deberán desactivarse para neutralizar la imagen de la mejor forma posible.
Ahora toca utilizar al herramienta white balance para eliminar la mayor parte de transformación de color aplicada por tu cámara, en este caso, la mia :)
Después, selecciona dos o tres swatches para matchear los valores proporcionados por el fabricante, en este caso 243, 160 y 52 aproximadamente. Una vez terminado, hacemos click en “done” y toda la información será guardada en los meta datos de la imagen.
Abrimos todas las imágenes en Lightrooms y sincronizamos los settings acorde a la imagen DNG que hemos corregido en Adobe Camera Raw. De esta forma todas las imágenes, que han sido realizadas bajo las mismas condiciones lumínicas y con casi idénticos settings de cámara, vivirán en el mismo contexto. Las imágenes resultantes las exportamos como .JPG El software de fotogrametría, aunque entiende imágenes de alto rango dinámico, no lo utiliza para nada, así que siempre vamos a utilizar imágenes de bajo rango dinámico. El resultado será el mismo pero el tiempo de computación será mucho menor.
Como software de fotogrametría en este particular ejemplo, vamos a utilizar Agisoft photoscan. Las licencias personales son realmente asquibles, y los resultados obtenidos en este software son excelentes. El otro software hot del momento es Reality Capture, que es considerablemente más caro, pero muchísimo más rápido, especialmente cuando trabajamos proyectos con varios cientos de fotografías.
La rapides, es lo único que en mi parecer es mejor en Reality Capture que en Photoscan, el resto, prefiero Photoscan. En el futuro utilizaremos Reality Capture para varias tareas.
Nota importante, Reality Capture no está disponible ni para Mac ni para Linux.
Lo primero que conviene realizar en Photoscan es analizar la calidad de las fotografías y descartar aquellas por debajo de 0.2
Este asset es muy sencillo, y no utilizamos ningún setup especial para capturar las imágenes, así que poco más necesitamos hacer en Photoscan. Tenemos que alinear las imágenes en primera instancia. Tenemos unas 90 imágenes, con suficiente overlapping entre ellas, así que la tarea de alineación se con total seguridad que será un éxito. Procursa siempre realizar suficientes fotografías para generar un point cloud suficientemente detallado.
Tras unos minutos las fotografías son alineadas y una cámara es virtual por cada disparo. En esta ocasión todas las cámaras han sido perfectamente alineadas, sin ningún descarte. Sinónimo de que el material fotográfico es bueno.
El siguiente paso es generar el point cloud. Este es el proceso que más tiempo requiere, en mi caso, utilizando un iMac 2013 ha tardado alrededor de 4 horas y media. Conviene utilizar la calidad más baja posible, simplemente para testear que todo funciona correctamente. Con esta calidad tardará apenas uno minutos. Si prevees que todo está ok, utiliza calidad alta y genera el point cloud.
Una vez terminado el proceso, podremos ver un point cloud, incluyendo vertex colors (no teturas) bastante detallado. Eso simplemente es un point cloud, aun tenemos que generar el mesh y las texturas. La densidad del mesh dependerá de la calidad del point cloud generado.
Una vez finalizada la generación del mesh y de las texturas, podemos exportar el proyecto mediante .fbx de esta forma conseguiremos la geometría y las cámaras para su posterior utilización en Maya, Mari, etc. Ten en cuenta de que tanto el mesh como las texturas son simplemente placeholder, vamos a generar un mesh y unas texturas aptas para el trabajo de producción. Lo que estamos exportando desde Photoscan no nos sirve para viajar a traves del pipeline de vfx.
Importamos en Maya el .fbx y obtenemos el mesh, las texturas y las cámaras. Para alinear o escalar el asset es muy importante agrupar todo el contenido dentro de un locator o similar. Necesitamos las transformaciones originales para seguir trabajando el asset en el futuro.
Continuaremos trabajando este asset en el siguiente post.
Los suscriptores de elephant vfx pro, podéis descargaros las fotografías raw para trabajar en este proyecto de fotogrametría.
Hoy se cumple justo un año desde que dejé de trabajar en cine para Double Negative, para unirme a Framestore Integrated Advertisement (commercials, tv, labs, VR, rides, content, design, stills). Un camino casi contrario al que realiza la mayoría de profesionales que se dedican a los efectos visuales. Haciendo un poco de balance de todo este año 2017, estos son algunos de los puntos que me hicieron tomar la decisión el año pasado, y dejar el cine para realizar otro tipo de tareas en industria diferentes.
Proyectos demasiado largos
En las últimas cuatro películas en las que he trabajado, estuve más de 14 meses en cada una. No es mucho si lo comparamos con el tiempo que por ejemplo un VFX Supervisor o un VFX Producer pueden dedicar al show, pero si es un tiempo considerable comparado con la mayoría de artistas involucrados en los VFX de una película.
Por un lado, puede ser algo positivo. Tienes tiempo para preparar bien las cosas antes de que el equipo humano crezca, puedes probar diferentes métodos de trabajo o diferentes formar de acatar problemas, puedes planificar mejor ciertas tareas, etc. En resumen, tienes más tiempo de "pre-producción" dentro de la propia producción, y una vez metido de lleno en producción, tienes más posibilidades de ejecutar mejor las tareas, ya que tienes más tiempo físico para llevarlas a cabo.
Pero por el lado contrario, cuanto más tiempo pasas en un show, más lo aborreces, especialmente si es un show que no te interesa demasiado, ni narrativamente ni visualmente. Por desgracia, suele ocurrir bastante más de lo deseado.
Trabajar durante tanto tiempo en un show, suele conllevar también que trabajes en muchas iteraciones de los mismos elementos (assets, shots, etc) con lo que acabas por perder la objetividad de lo que estás haciendo. Llega un punto en que no sabes si lo que haces mejora lo que había, o si simplemente no aporta nada. Consecuentemente acabas desesperándote por no poder aportar ideas nuevas a la producción. Pierdes el momentum de tomar decisiones rápidas para encontrar soluciones creativas y efectistas, el ritmo de trabajo se vuelve demasiado lento y sientes que no avanzas.
Cada persona lidia con este problema de forma diferente, la mayoría de perfiles que trabajan en VFX no estarán tanto tiempo involucrados en el mismo show. Para mi personalmente cuando trabajo más de un año en el mismo proyecto ya empiezo a notar más los perjuicios que los beneficios, aunque también es cierto que estos son más llevaderos en función del rol que desempeñe en el show. No es lo mismo trabajar como senior artist, que como lead, o como sequence supervisor.
Alta especialización
Otro punto que también puede ser positivo o negativo. Sin duda, cuando trabajas en cine lo que prefieres son profesionales altamente cualificados para realizar tareas muy concretas. Siempre vas a preferir a un artista que sea muy bueno realizando una sola tarea a que sea desenvuelva más o menos bien realizando múltiples tareas. Ese es uno de los lujos que te puedes permitir cuando trabajas en un VFX facility de mil personas.
Tener profesionales muy especializados en tareas muy concretas, ayudará a contribuir con una calidad final que difícilmente se puede alcanzar de otro modo.
Por el contrario, pueden llegar momentos de tu vida donde ya no te apetezca estar 100% enfocado en una tarea concreta y quieras explorar otros caminos a los que normalmente no estás expuesto. Quizás combinar tu especializacion con otra que antecede o precede en el pipeline, o quizás ir más allá y ocuparte de un personaje completo o una secuencia completa.
Esto raramente va a ocurrir cuando trabajas en cine. Hay ciertos VFX facilities que tienen departamentos de generalistas, pero eso no significa necesariamente realizar un trabajo más amplio, si no, trabajo de diferente naturaleza.
En este punto de mi carrera, prefiero ser aceptable realizando todas las tareas de una secuencia, que muy bueno realizando una tarea muy concreta. También existe la posibilidad de supervisar el desarrollo de una secuencia al mismo tiempo que trabajo en diferentes tareas de la misma. Algo que en cine, es muy dificil de combinar.
Diferentes tipos de proyectos
Lamentablemente la mayoría de las películas en las que trabajamos son muy parecidas. Desde el punto de vista de los efectos visuales algunas son casi calcadas, muchas son secuelas y si a esto sumamos que la mayoría de paradigmas en VFX ya han sido resueltos, puede llegar a ser un poco aburrido trabajar en ciertos shows. No aburrido per se, si no por haber trabajado ya en shows similares en el pasado.
Trabajar para un facility que puede ofrecerte diferentes tipos de proyectos (cine, commercials, tv, content, design, virtual reality, stills, etc) a priori me resulta más llamativo. No solo por realizar diferente tipo de trabajos, si no por todo lo que ello conlleva, nuevas tecnologías, narrativas diferentes, networking, aprender nuevos lenguajes, etc.
Los proyectos no solo son diferentes visualmente, también lo son en cuanto a temática se refiere. Algunos ni siquiera son narrativos, solamente experimentales u ornamentales, y eso requiere un replanteamiento de como hago las cosas. Además de la variedad intrínseca del show, también los tiempos son diferentes, oscilando entre un año o unas pocas semanas, lo que también me permite abordar mi trabajo de una forma completamente diferente en función del proyecto.
Si los proyectos son completamente diferentes, también supone aprender nuevas cosas en cada proyecto. No solo lo directamente relacionado con mi trabajo como tecnología, herramientas, etc. Si no también como abordar los proyectos desde un punto de vista de producción y organización, además de como ejecutarlos visualmente de forma exitosa.
Seniors desmotivados
En alguna ocasión ya hemos hablado de algunos de los problemas de la industria de los VFX (aunque no exista tal industria). Uno de ellos y que a mi personalmente me afecta bastante, es la desmotivación y el pesimismo de muchos de los senior artist que trabajan en los mejores VFX facilities. Por otro lado, estos profesionales son sin duda los mejores preparados y los que más talento tienen, pero cuando anímicamente no se encuentran bien, su trabajo pasa a un segundo plano.
Contratos cortos, largas jornadas de trabajo, proyectos irrelevantes, clientes, supervisors, etc, etc. La gente se cansa y los seniors más porque llevan mas tiempo. En muchas ocasiones el ambiente no es el más adecuado para trabajar en un oficio supuestamente creativo.
Esta es una de las razones por las que me gusta trabajar con estudiantes. Aún no están quemados, tienen energía, ilusión por realizar proyectos, por crear mundos y personajes que no existen, por aportar su visión a las tareas que realizan. A medida que se introducen en el mercado laboral van perdiendo cierto apetito por las peculiares características de esta industria.
Trabajando en otros proyectos alejados del cine, me he dado cuenta de que muchos de los profesionales con los que me he topado son también jóvenes, que todavía tienen ganas de demostrar y explorar muchas cosas y por eso su actitud es completamente diferente, mucho más positiva, que sin duda ayuda a contagiar a todo el equipo.
Por otro lado, también me he topado con senior artists que vienen reciclados de cine, y también viven una "segunda juventud" por realizar proyectos diferentes y que a su vez, también reciclan sus ánimos y su forma de enfrentarse al trabajo.
Networking
Cuando llevas mucho tiempo trabajando en una industria tan particular como los efectos visuales, acabas siendo un experto de la propia industria, conociendo su funcionamiento y todas las piezas que forman parte del mismo. Networking es seguramente lo más importante que has de trabajar en tu carrera para alcanzar las metas que te propongas (hacer bien tu trabajo es algo que voy a dar por hecho).
Conocer a las personas adecuadas en las posiciones adecuadas es lo que va a marcar la diferencia en tu carrera. Habiendo trabajado para MPC, Double Negative y Framestore, mi red de contacto en Londres no puede ser mejor. Conozco a VFX Supervisores y Producers en todos los estudios grandes y medianos de la ciudad, y afortunadamente no necesito buscar trabajo. Mis contactos me ofrecen trabajo cuando necesitan un perfil como el mio. Esto me permite elegir donde trabajar, en que shows y con que personas, un lujo que nos llega a todos en algun momento de nuestra carrera.
Obviamente esta situación es ideal, pero ha llegado un momento donde tengo la sensación de que mi red de contactos no se expande, y eso es porque siempre me he movido dentro de la misma industria, el cine.
Trabajar para Framestore IA en proyectos de otras industrias me ha servido para expandir mi red de contactos, entre los que se incluyen directores de commercials para tv, productores de series de tv, responsables de parques temáticos, artistas "tradicionales", directores de eventos de arte, directores de videos musicales, coloristas, editores, etc. Gente con la que nunca hubiese tenido contacto alguno trabajando en cine.
Salir de mi zona de comfort
He trabajado en unas 21 películas, mucha de ellas muy similares, al menos en cuanto al desarrollo de mi trabajo se refiere. Hubo un tiempo en mi carrera donde cada nueva tarea era un reto, y donde cada vez que me enfrentaba a un trabajo, era algo nuevo y no tenía ni idea de como iba a sacarlo adelante.
Hoy en día tengo la sensación de que cualquier cosa que hago ya la he hecho antes de una forma u otra, y eso es bueno, porque tengo confianza ciega en que mi trabajo va a ser bueno y va a gustar al VFX Supervisor y al director. Pero por otro lado, es un poco triste darte cuenta de que no estás haciendo nada nuevo, de que lo que haces sabes como hacerlo y que prácticamente no te excita nada. Tener una vida profesional predecible es algo que no quiero.
Uno de los principales beneficios de trabajar en una industria creativa, es enfrentarse a lo desconocido, tener retos por delante que no sepas como vas a solucionar. Descubrir cosas que no conocías durante el proceso de desarrollo de tu trabajo, etc. Cuando estás haciendo un robot, un bicho o una nave espacial por sexta vez sientes que simplemente estás repitiendo lo que has hecho en el pasado, aunque seguramente peor, ya que hay menos presupuesto y menos tiempo.
Trabajar en otras industrias me ha servido de nuevo para enfrentarme a lo desconocido. Para volver a sentir nervios por no saber como sacar una tarea adelante, o por tener que tirar el trabajo de tres semanas por no estar satisfecho con el resultado.
No hay peor lastre en una industria creativa que la monotonía y la pereza de aquel que juega con red de seguridad y conoce todas las reglas.
Trabajar en proyectos tan dispares, con tecnología tan diferente, con estéticas tan particulares o destinados a medios de consumición tan opuestos, me ha servido para salir de mi zona de comfort y para poder explorar un montón de caminos que no conocía.
Limitaciones = creatividad
En cine, en lineas generales tenemos pocas limitaciones. Es decir, tenemos grandes equipos de profesionales, contados por cientos. Tenemos facilities perfectamente equipados, tiempos largos de desarrollo, muchas, muchísimas iteraciones de cada una de las tareas, render farms muy capaces, no importan ciertas características técnicas como los trillones de polys utilizados, o los Gigabytes de texturas, o las enormes simulaciones de cualquier tipo de efecto. Siempre tiramos por lo alto y al final sale todo.
En otro tipo de proyectos, como los commercials para tv, existen muchas más limitaciones. Quizás no técnicas, pero si humanas, teniendo equipos mucho más pequeños, o contando con profesionales quizás no tan especializados en determinadas tareas. Al mismo tiempo, existen limitaciones de tiempo, con proyectos mucho más cortos, sin tiempo para pre-producción o para probar cierta cosas que si podemos probar en cine.
En proyectos por ejemplo de real time, tenemos limitaciones técnicas que no experimentamos en cine desde hace más de una década. Limitaciones de poly count, de resolución de texturas, raytracing, hair, etc.
Tener limitaciones no necesariamente tiene que ser algo malo, todo lo contrario, fomenta considerablemente la creatividad. Esas limitaciones no son justificación para que visualmente los proyectos bajen de calidad. Solo hay que ver como la mayoría de tv commercials superan con creces algunos proyectos cinematográficos de alta carga de VFX. O como algunos proyectos real time, como los videojuegos, con pocos recursos consiguen resultados increíbles.
Esta serie de limitaciones que se nos presentan en ciertos proyectos y que no existen en cine, nos fuerzan pues a mejorar en muchos aspectos de nuestro trabajo.
Mejores contratos
En cine los contratos son peores que en otras industrias. ¿Porqué? Por varios motivos en realidad. Por ejemplo, se tiende a pensar que cuando realizas computer graphics, alcanzas la cúspide cuando trabajas en cine. Pensamiento que ya no comparto, pero que tiende a ser así entre los profesionales del CGI. Por ello, muchas personas prefieren aceptar peores contratos en cine y así sentirse más realizados profesionalmente.
Además de lo ya citado, bien es sabido que los grandes facilities de VFX prácticamente no hacen dinero realizando VFX para cine. En el mejor de los casos un proyecto de éxito repercute con un 0.4% en beneficios, nada. Generalmente ni ganan ni pierden (break even) y en muchas ocasiones pierden dinero. Por ello, aunque los salarios son muy competitivos, especialmente en posiciones senior, otras industria con mayores beneficios por proyecto pueden ofrecerte mejores contratos.
En mi caso, el cambio de industria vino avalado por unos beneficios contraactuales (no solo salario) que el cine no me podía ofrecer, o no quería. Sea como fuere, los beneficios tangibles saltan a la vista.
Mayor responsabilidad
Hay ciertos puestos de responsabilidad o cierta toma de decisiones importantes, que en cine son muy difíciles de alcanzar. Son puestos reservados a profesionales con mucha experiencia dentro del estudio, que conocen perfectamente como funciona la compañía y en teoría, están muy capacitados para desempeñar ciertos roles y tomar determinadas decisiones importantes.
Existe además una jerarquía que difícilmente podrás sorpasar, y cuando te des cuenta no querrás luchar contra el sistema por causas prácticamente inútiles. Social skills, politiqueo o como queramos llamarlo.
Cuando trabajas en proyectos de otro índole, todos estos procesos son más fáciles, los estudios están más abiertos a escuchar nuevas ideas y apostar por determinadas personas que puedan aportar soluciones creativas y técnicas capaces de beneficiar a los demás trabajadores, a los clientes y a la producción en general. Al trabajar en proyectos de menor duración se crean equipos de trabajo más pequeños y la figura del lead y el supervisor cambia mucho más a menudo. Las oportunidades llegan más fácilmente y puedes desarrollarte como profesional de forma más libre e independiente, sin pasar por todos los escalafones por los que has de pasar en cine, con la carga de años que ello conlleva.
También existe la posibilidad de trabajar en sistemas de trabajo, cambios de pipeline, herramientas, etc. Todos estos cambios en cine son extremadamente lentos y dolorosos. No es lo mismo reestructurar un departamento o una empresa de 1000 empleados que un proyecto en el que trabajan apenas una docena de personas. Se toman más riesgos y se acatan decisiones más trascendentales.
Extrapolar experiencia
Los mejores profesionales que me he encontrado en mi carrera, son aquellos que en principio no se ajustan al perfil. Profesionales reciclados en otras industrias o de otro tipo de proyectos. Gente que llega con una visión fresca, no contaminada por los malos hábitos y con ganas de cambiar las cosas en función de experiencias en campos diferentes.
Cuando por ejemplo ves a alguien que sólo ha trabajado en videojuegos realizar cierto tipo de tareas en cine, observas como gracias a las limitaciones que existían en su anterior industria, son capaces de realizar el mismo tipo de tareas con muchos menos recursos. O cuando ves a personas que realizan visualización arquitectónica tras haber pasado por cine, compruebas como sus renders adquieren un componente fílmico que otros son incapaces de alcanzar.
En mi caso, consideré que mi experiencia exclusiva en cine, podría mejorar la calidad de ciertos anuncios para tv, o incrementar el realismo de ciertos personajes realizados para real time. Llegar a nuevas industrias sin experiencias previas en la misma y con una mirada nueva, extrapolando conocimientos y experiencias pasadas a estas nuevas industrias, sólo puede ser un plus. Si a esto le sumamos estar rodeado de grandes profesionales en esas industrias, al final conseguimos un equipo humano mucho más capacitados para sacar los proyectos adelante.
Y más o menos estas son mis reflexiones cuando se cumple un año que dejé de trabajar en cine. Seguramente podría escribir mucho más (y probablemente podría estar mejor expresado), pero me voy a detener aquí.
El año que viene os contaré porqué he decidido volver a trabajar en cine :)
Suelo redefinir, o aunar dentro del mismo concepto los procesos de biding & pitching como “diagnosis de problemas” y encontar posibles soluciones o “recetas para la citada diagnosis”.
Estoy acostumbrado, por mi actividad profesional, a trabajar para una industria muy concreta y un contexto perfectamente definido, pese a lo impredecible del entorno en el que trabajo, donde en ocasiones, la tarea a realizar puede consistir en crear cosas jamás vistas anteriormente.
Aún así, ese contexto del que hablo está como digo, bastante encorsetado. El mercado, Hollywood. La industria, el cine (¿o el entretenimiento?). Los clientes, los únicos séis productores de cine, o estudios. Mi única experiencia laboral “adulta” se da bajo esas condiciones, no conozco mucho mas. Así lo admito, mi experiencia es reducida, concreta, enfocada siempre en este nicho “tan específico”.
Lo que no quiere decir, que no pueda estar influenciado (¿o se dice influído) por otras industrias y otros contextos (voy a repetir esta palabra hasta la saciedad) a la hora de afrontar las diferentes fases en el desarrollo de mi trabajo. Tanto en el apartado creativo, como en el técnico, como a la hora de conversar con clientes, supervisores, recruiters, etc. Buena prueba de ello es por ejemplo, como afronto las etapas de negociación con big facilities para los que potencialmente puedo trabajar, las condiciones contractuales, etc. Ya he hablado de este tema en otros artículos y podcast, pásate diez minutos por el blog y encontrarás más información al respecto.
Por otro lado, creo que también otras industrias y contextos (estabas avisado/a) puedan verse también influenciados por mis prácticas habituales, que no son las mias, si no las del contexto en el que trabajo. Esas industrias y contextos que no son los mios, quizás tengan elementos comunes donde mis prácticas habituales quizás puedan ser beneficiosas o puedan fomentar unas mejores prácticas, soluciones y relaciones profesionales.
Es así que en mi afán por salir constantemente de mi zona de comfort, me expongo a situaciones diferentes, otras industrias creativas, otro tipo de proyectos, diferentes culturas, etc. Siempre en forma de trabajo visual, bien sea en su etapa de biding & pitching, concept, consulting, formación, desarrollo, etc.
A raíz de esto, me encontré hace poco con la nueva y sorprendente situación (para mi claro) de tener que realizar las tareas de biding & pitching de un proyecto de efectos visuales, concretamente de trabajo on-set y creación de assets. Tras varios emails de conversación, el cliente dejó claro que no contemplaba bajo ningún concepto compensar de forma económica por esta fase del proyecto, que el biding & pitching simplemente no se cobra.
Con clientes recurrentes, con los que ya has trabajado en varias ocasiones, y con quien existe una relación profesional de confianza plena, es posible no cobrar biding, sobretodo a sabiendas de que el trabajo aterrizará de todas formas. Con un nuevo cliente, y además incluyendo un pitch, simplemente no. Mi sorpresa aún fue mayor cuando comprendí que no solo esta situación era normal y perfectamente aceptada por los clientes de ese mismo contexto, si no también se veía como algo común dentro de los propios estudios y artistas que hacen biding & pitching, una vez más, en ese mismo contexto. Preocupante.
Quizás la razón principal sea, como es bien sabido, que los artistas (o vamos a decir profesionales de industrias creativas en general, que artista es una palabra demasiado grande para la mayoría que nos dedicamos a esto) no valoran su tiempo, o lo valoran francamente mal. El valor creativo, la posibilidad de trabajar en algo que les llene, que les realice como personas creativas, va mucho más allá que el propio valor material. Parece mucho más difícil de saciar el hambre creativo que llenar la panza de forma literal (no tan extremo vale, pero pilláis la idea).
En las etapas de biding & pitching, principalmente vamos a analizar el proyecto que nuestro cliente tiene entre manos, tratar de hacer un diagnosis acertado, y estudiar las posibles soluciones para ese diagnosis, que también podemos llamar problema. En extrañas ocasiones, quizás podamos aportar alguna solución creativa durante este proceso, pero al menos, en cuanto a cine se refiere, raramente va a ocurrir. Y si queréis, podemos expandir esto en otra ocasión, o “hit me in the comments” si esto te resulta extraño.
Este proceso de biding puede durar semanas e involucrar a varias personas. Si además, tenemos que acompañar el biding con un pitch, podemos estirar el proceso a meses y la cantidad de profesionales trabajando también se verá afectada drásticamente, añadiendo muchas más personas a la ecuación.
¿Realmente tu potencial cliente pretende que realices todo este trabajo de forma totalmente gratuita? Y además, sin ningún tipo de garantía de que finalmente te lleves el trabajo. Recordemos que un pitch no se lo lleva necesariamente la mejor opción, no se lo lleva el mejor estudio, ni el mejor artista. No se lo lleva quien más talento tiene. Existen muchos más factores a poner sobre la mesa para ganar un pitch. También podemos extender estas lineas en otra ocasión.
Que tus clientes potenciales puedan pensar que todo este proceso es gratuito (para ellos claro, a ti te va a costar un buen dinero) puede que sea normal, a fin de cuentas a ellos les importa el “business” y a ti parece bastarte con saciar tu hambre creativa, aunque te arruines por el camino, o quizás como la mayor parte de estudios de efectos visuales, con hacer un “break even” (ni ganar ni perder) ya estarás contento.
Diagnosticar un proyecto, identificar problemas y proponer soluciones, es un trabajo muy duro, muy difícil y requiere de mucho tiempo, esfuerzo y dinero. No pagar por ello, no es una opción, señor/a cliente potencial.
De acuerdo, somos “artistas”, no tenemos ni idea de negocios, claro, ¿cuándo nos han formado sobre estas cosas tan aburridas? Sólamente nos preocupan nuestran creaciones, saciar ese hambre creativo del que hablamos. Vamos a poner un par de ejemplos muy gráficos, para que nos quede muy claro como trabajan otros, algunos a los que quizás, en ocasiones, miramos (desafortunadamente) por encima del hombro.
¿Recuerdas cuando se te estropeó el lavavajillas? Yo si. Se salió todo el agua, se encharcó la cocina, tardé una hora en limpiarlo todo, secar el agua, recoger la mierda que flotaba por todas partes y lavar los platos a mano, claro. Al día siguiente llamé al técnico, no podía venir hasta dos días más tarde porque está muy ocupado, tiene muchos clientes. Me llamó el día de la visita por la mañana, que no iba a poder venir hasta la semana que viene. Finalmente vino cinco días después desde que se me estropeó el lavavajillas, le expliqué lo que había pasado, le dije que creía que tenía una fuga y por eso se había salido el agua. Él me escuchó apaciblemente, después durante unos tres minutos de inspección del aparato, me dijo que el problema no tenía nada que ver con fugas, si no con la presión de la goma aislante. Ya tenemos el diagnóstico. Después, me ofreció dos soluciones; cambiar la goma, a lo que también añadió que debería limpiarlo de cal, y como segunda opción, cambiar todo el lavavajillas por uno similar, a lo que también añadió servicio de transporte e instalación.
La primera opción me costaba 115 libras y la segunda 225 libras. Opté por la segunda, ya que mi lavavajillas ya era un poco viejo. Perfecto, ya tenemos negocio. Le pagué 275 libras ipso facto. 225 por el nuevo lavavajillas, y 50 libras más por la visita de hoy, el diagnóstico, los tres minutos de examinar el aparato y el planteamiento de posibles soluciones. Si no hubiera elegido ninguna de las soluciones planteadas, hubiese pagado 50 libras por la visita, como por supuesto, todos damos por sentado cuando llamamos a un técnico. ¿Te imaginas que hubiera pasado si le digo al técnico que no le voy a pagar por su servicio de visita, diagnosis, búsqueda de soluciones, etc? Ya te lo digo yo, no hubiera necesitado lavavajillas porque me hubiese tirado nueve meses comiendo puré con una pajita. (Con esto no digo que los técnicos de lavavajillas sean personas violentas, no se ofendan sensibles almas del internet).
Otro ejemplo. Hace poco fui al dentista porque tengo un implante en una muela, y noté que se movía un poco al comer. Muy majo el doctor, me echó una tremenda bronca porque dijo que el implante se movía demasiado, que tenía que haber ido antes a su consulta. Le dije que pensé que era normal con el paso de los años que se moviese milimétricamente de vez en cuando. Craso error, no es ni medio normal. El tipo me miró la boca durante un par de minutos y me dijo: Tengo que cambiarte el tornillo, pero como es un poco antiguo, no lo puedo hacer ahora, tengo que encargarlo y hacértelo otro dia. Perfecto, ya tenemos diagnosis y solución. En este caso, solo una. Bueno dos, pero la segunda es quedarme con un implante colgando. Además, sugerió amablemente una limpieza y un tratamiento de flúor. Accedí y me fui de la consulta, gracias doctor. Ya en la recepción de la clínica, me imprimieron los costes del tornillo, la limpieza y el flúor de la siguiente sesión. Y por supuesto, me sacaron el datáfono para pagar las 220 libras la visita de ese dia, pese tratarse “simplemente” de un diagnosis y una oferta de posibles soluciones.
Creo que ya no necesitas más ejemplos, pero es que soy muy pesado. Te voy a contar cuando llevé el coche al taller porque el volante se iba solo hacia la izquierda a velocidades reducidas. Bueno no, no te lo voy a contar porque ya te lo imaginas. Pero lo sintetizo en que porsupuesto, tuve que pagar por mi visita antes de realizar ningún ajuste al coche.
Quizás estás pensado, no se, que estos profesionales que he mencionado, son diferentes, son negocios basados en algo que no tiene nada que ver contigo, que no son creativos, etc, etc. Lo siento, pero te equivocas. ¿Alguna vez has construído una casa? ¿Sabes cuántos miles de euros te cobrará el más barato de los arquitectos por realizar el estudio del proyecto? ¿Has decorado tu casa con un interiorista? ¿Has prototipado un producto con un diseñador industrial? ¿Has grabado una maqueta con un productor de audio? Todos ellos te han cobrado ante de realizar cualquier trabajo tangible. Y por supuesto, te parece perfectamente normal, porque así lo es. Yo no espero que nadie trabaje gratis, ¿tu si?
De todos los ejemplos que te he puesto, y de los cientos que te podría poner, vamos a sacar en claro algunas cosas:
- Los clientes, generalmente, no saben cuales son sus problemas. De la misma forma que yo no sabía porque perdía agua mi lavavajillas, o de la misma forma que no te auto-diagnosticas una enfermedad, o vas al taller sabiendo que lo que le falla al coche es la bujía. Por lo tanto, no dejes que el cliente asuma que sabe cual es su problema, si él mismo identifica sus problemas, va a entender que no tiene que pagar por ello, que el diagnosis no tiene valor. Y en tu experiencia, ¿cuántas veces el cliente cree que su problema es uno y no tiene nada que ver con la realidad?.
- No asumas que conoces la solución a los problemas que te puedan plantear tus posibles clientes, o a los problemas que tu mismo identifiques en sus producciones durante la etapa de diagnosis. Asumir que conoces la respuesta, sólo te llevará a realizar un biding incorrecto.
- Si existen dificultades para identificar problemas y/o soluciones, o para ponerse de acuerdo sobre los mismos, quizás exista un mero problema de comunicación entre tu cliente potencial y tu mismo. O quizás estás hablando con un cliente sin demasiada experiencia.
- Los problemas y/o soluciones asumidos, puede que existan o puede que no, pero es bastante probable, por no decir 100% seguro, que vayas a encontar muchos más problemas y soluciones que tu potencial cliente jamás se había planteado. De la misma forma que yo no esperaba necesitar una limpieza bucal y un tratamiento de flúor. O no contaba con eliminar la cal de mi lavavajillas.
- Escucha a tu cliente pacientemente, de la misma forma que el técnico del lavavajillas me escuchó a mi. Después, vete, analiza el proyecto con calma, diagnostica y elabora soluciones.
- Las soluciones, como digo, no solo a los problemas planteados, si no también a los que tu, como profesinal con experiencia, puedes preveer en función de las características del proyecto y en base a tu trayectoria.
- Diagnostica el proceso, prepara casos de estudio similares, informa al cliente hasta la saciedad de lo que necesita ser realizado.
- No sólo hables de efectos visuales, o de trabajo creativo. Habla de business, de cosas tangibles, de dinero. Si un cliente no quiere pagar por todo este proceso, explícale con número porque no puedes hacerlo gratis. Si un cliente, que obviamente se preocupa por su negocio, no entiende que tu no puedes emplear xxx.xxx euros de tu bolsillo en un bid, quizás no quieras tenerlo como cliente.
- Si tu bid les parece demasiado caro, antes que nada, acéptalo, déjale ver que es cierto, tu bid es más alto que otro de la competencia. Acto seguido, hazle ver porqué es así. Cual es el valor añadido. (Nos podemos extender en este punto en otra ocasión).
- No plantees solución acto seguido, repito, asumir que conocemos la solución a un problema de forma inmediata es un error garrafal. Además, tu cliente puede entender que al no necesitar tiempo para estudiar, diagnosticar el problema, no hay que pagar po ello.
- Estate preparado para que la solución no seas tu. Quizás tu relación profesional con ese cliente potencial, simplemente no funciona. No pasa nada, hay mas clientes y más estudios y artistas. No quieras llevarte a un cliente a toda costa, no nades a contra corriente.
- Pregunta siempre, absolutamente siempre por un “budget”. ¿Cuál es más o menos el presupuesto que tu cliente potencial está dispuesto a gastarse? Si no se cumple un mínimo por el que tu estás dispuesto a trabajar o tu cliente potencial está dispuesto a pagar, que quede claro desde el principio de la conversación. De lo contrario, vas a malgastar tiempo y esfuerzo, tanto propio como de tu cliente potencial.
- Trabaja siempre con un “bracket price”. Se flexible dentro de unos mínimos. Haz esfiuerzos económicos si ves otros beneficios posibles. (También podemos expander este punto en otra ocasión).
- Ten siempre preparado documentación sobre ti, sobre tu estudio y empleados, sobre proyectos pasados, casos de estudio, etc. Toda información es poca para apoyar tu bid & pitch. Muestra valor añadido.
- Siempre va a haber alternativas a tu trabajo. Gente que cobre menos, gente que cobre más. Genera dudas en tu cliente potencial de porqué es mejor elegirte a ti que a ellos. (También podemos ampliar este punto en otra ocasión).
- Si la palabra final de tu cliente es que no quiere pagar, o que eres demasiado caro:
- Recuérdale que es el quien te ha ofrecido trabajo
- Pregúntale porqué ha venido a ti, si era feliz pagando poco o nada a otros estudios o artistas
- Pregúntale si estaba contento con la calidad del trabajo realizado por otros, y de ser así, porqué a venido a ti
- Pregúntale si su relación profesional con otros era buena antes de venir a ti
- Etc, etc, etc.
A dormir.
ps: La imagen que encabeza este post es un fotograma de la pelicula Gummo, de Harmony Korine. Y no, no tiene ninguna relacion con el contenido de este post.
Esta es la primera parte de un artículo compuesto de dos partes, donde hablamos de technical grading en visual effects.
Color correction vs color grading
Lo primero que necesitamos aclarar es la diferencia entre color correction (o tech grading) y color grading.
Color grading, son correcciones de color y luminosidad que realizamos a un footage o render basado puramente en conceptos subjetivos. Para crear drama, por razones estéticas, etc. Lo único que nos importa es la apariencia visual, no los valores de la imagen.
Color correction o tech grading, es el proceso mediante el cual corregimos el color/luminosidad de una imagen con respecto a otra, con el menor número de errores (valores matemáticos). La imagen de referencia que utilizamos para realizar el tech grading tiene unos valores conocidos, de ahí que se llame referencia, y generalmente estos valores vendrán dados por un Macbeth Chart color checker capturado bajo unas condiciones lumínicas conocidas.
También incluye el proceso de linearización, necesario para trabajar en visual effects, ya que los motores de render trabajan siempre de forma linear, además, de que la luz en el mundo real también se comporta de forma linear. Generalmente los plates de cine, o las fotografías provienen de una cámara que no ha sido calibrada de forma rediométrica, por lo tanto, no son lineares. ¿Por qué? Básicamente porque un footage linearizado no es bonito, además de que el ojo humano no percibe la luz de forma linear. Por lo tanto necesitamos linearizar todo el footage antes de continuar en un pipeline de VFX. Es indispensable que todo el material que utilizamos en un proyecto de VFX viva bajo el mismo contexto.
¿Cómo funciona?
Tenemos que leer cada color swatch del Macbeth Chart en la referencia y sus equivalentes en el footage donde necesitamos realizar el tech grading. Mediante sustracciones y adiciones los valores del destino se corrigen para acercarse lo máximo posible a los valores de la referencia. Las matemáticas son lineares (2+2=4) así que el footage necesita ser linear. Si no lo es, tenemos que linearizarlo antes.
Un render siempre es linear y con primarios sRGB. El footage de una cámara de vídeo/fotos no suele ser así. Como decíamos antes, la razón es que un footage linear no es bonito, pero linear es lo que necesitamos para que las matemáticas funcionen. En este estado no nos importa que el footage sea bonito o no, nos importan sus valores numéricos. Renders y footage han de vivir bajo el mismo contexto (linear) para que la composición tenga éxito.
Es importante tener en cuenta, que este proceso (linearising + tech grading) no es perfecto, siempre se generan algún tipo de errores numéricos, aunque intentamos que sean los mínimos posibles. Siempre hay espacio para eye-balling a posteriori.
¿Como se lineariza una imagen?
Necesitas tener puntos conocidos en el footage, y probablemente nada viene mejor que los grey swatches de un Macbeth Chart. Esos swatches van a devolver prácticamente toda la luz rebotada entre 380nm y 780nm. Con esto quiero decir que una fuente lumínica blanca, después de impactar en un swatch neutral grey, va a devolver prácticamente la misma luz hacia nuestros ojos (o sensor de cámara). Como estos swatches son neutrales, la luz no se va a tintar del color de su superficie.
En este punto conocemos los valores de esos neutral swatches en la vida real y también los valores que tiene en el footage. En Nuke, podemos fácilmente mediante color lookups mapear los valores del footage para que tengan los valores que deberían de tener en el mundo real.
Con los 6 swatches grises deberíamos de tener más que suficiente. Puede que algunas características del footage, como el grano, causen problemas de vez en cuando, pero en general, con los 6 neutral grey swatches deberíamos de ser capaces de linearizar el plate. Otro problema es que generalmente no conocemos las fuentes lumínicas que impactan en los swatches del Macbeth Chart, pero esto es algo con lo que tenemos que vivir, de ahí que siempre haya espacio para eye-balling.
¿Cómo se realiza el white balance?
Una vez el footage ha sido linearizado, necesitamos un color matrix para ecualizar los valores de nuestro Macbeth Chart acorde con los valores del mundo físico, o con cualquier otro valor que sea nuestra referencia de color.
Una vez la linearización y el white balance han sido realizado al plate con Macbeth Charts, basta con crear clones y aplicarlos al resto de footage filmado con las mismas características lumínicas y de cámara. También hay que aplicar todos los ajustes a las referencias lumínicas (esferas). Cualquier material filmado y fotográfico ha de vivir bajo el mismo contexto.
¿Y luego qué?
Una vez todo el footage y referencias han pasado por el tech grading, lo siguiente que debemos corregir son los HDRIs que utilizaremos para lighting y look-dev. El proceso es el mismo que con el footage. Aunque trabajaremos con un mayor rango dinámico.
Cuando tengamos todo el material viviendo bajo el mismo contexto, ya estaremos preparados para continuar nuestro trabajo tanto en 3D como en 2D.
Una parte muy importante a tener en cuenta, es que el tech grading ha de ser revertido en compositing. Los compositores generalmente trabajan con source plates o graded plates, no con los plates que nosotros hemos generado tech grading. Así que los compositores necesitarán revertir nuestro tech grading para aplicarlo a nuestros renders 3D. De esta forma todo el material footage y 3D volverá a vivir bajo el contexto en el que fue creado por el DP.
Información adicional
- ¿Dónde puedo encontrar los valores del mundo físico con los que comparar mis Macbeth Chart de mi footage?
Aquí: http://www.babelcolor.com/colorchecker.htm#xl_CCP1_NewSpecifications
Aunque si quieres ahorrarte trabajo, en lugar de construir tu propio matrix en Nuke, puedes descargarte gratuitamente el gizmo mmColorTarget aquí: http://www.nukepedia.com/gizmos/colour/mmcolortarget
- Para la linearización, estaría bien tener los valores de los grey swatches
Aquí los tienes.
Los valores lineares son aproximadamente 3%, 8.5%, 19%, 35%, 58% y 91% reflectance of the light. Traducido a valores RGB seria 0.031, 0.086, 0.187, 0.35, 0.57, 0.91
Ten en cuenta que el valor del neutral grey mid point es 18% y no 45-50% como seguramente pensabas. Esto es porque la medición es radiométrica, y los humanos no percibimos la luz de forma linear (aunque lo sea). Así que cuando necesites crear por ejemplo una esfera gris digital, su valor RGB no sera 0.5 si no 0.18
En la segunda parte de este artículo, haremos un ejemplo práctico.
El otro día me topé con este artículo firmado por Ian Failes, quien seguramente sea uno de los pocos (muy pocos) escritores y periodistas con la suficiente preparación, conocimiento y sobre todo, contactos en la industria, para poder publicar sobre temas referentes a los efectos visuales con cierto rigor y objetividad, y a quien respeto por su dedicación, constancia y humildad. Desde hace algún tiempo, Ian ya no trabaja para Fxguide, ahora se gana la vida como freelance escribiendo para diferentes sitios especializados, y también acercándose a los mass media para contar historias referentes a la industria a la que nos dedicamos.
No he podido resistirme a comentar algunos de los puntos, que también son parte de conversaciones recurrentes entre colegas de profesión.
VFX Prediction #1: We’re headed for a big VFX Oscar upset (again)
El punto número 1 dice que parece que vamos directos a otra desilusión en los Oscars de Visual Effects, como ocurriese el año pasado con Ex Machina.
El escritor prevee una situación similar este año, donde Arrival es un serio candidato a ganar la estatuilla, enfrentándose a cintas con heavy visual effects como Star Wars, The Jungle Book o Doctor Strange. Si Arrival finalmente ganase el Oscar, sería según la predicción del artículo, motivo de enfado o decepción.
No podría estar en mayor desacuerdo con lo escrito por Ian. Del mismo modo que pensaba que Ex Machina debía ganar el año pasado, pienso que Arrival debería ganar este año. Para ser del todo sincero, no he visto Star Wars, y juzgo sus visual effects por lo visto en entregas anteriores y por el estilo de ILM. Lo único que le daría un plus añadido a Star Wars, es la creación del doble digital de Peter Cushing, que parece haber superado el mejor doble digital realizado hasta la fecha (Benjamin Button).
Otra película digna de mención es The Jungle Book, la cual considero tiene unos efectos visuales impecables en muchos planos, que por razones obvias (cantidad/presupuesto) no mantienen el nivel en toda la película, pero que por desgracia, como he comentado en anteriores ocasiones, este show es para mi, el claro ejemplo de la mala utilización de los visual effects. (podemos entrar en detalle sobre esto en otra ocasión).
Arrival, es por el contrario, el ejemplo perfecto (al igual que lo era Ex Machina) de visual effects concebidos y ejecutados de forma magistral, y que además, y más importante todavía, son lo que necesita la narrativa, y los VFX siempre han de estar al servicio de la historia, si no, las películas se transforman en demo reels de 90 min.
VFX Prediction #2: Digital characters will get their moment in the spotlight
El punto número 2 dice que en 2017 los personajes digitales cobrarán mucha importancia, especialmente en títulos como Spiderman, Planet of the Apes, Guardians of the Galaxy, etc. pero sobretodo, en lo referente a humanos digitales, como el ya mencionado, el difunto Peter Cushing de Star Wars.
En este caso, estoy de acuerdo. Hay menos disaster movies (o eso creéis) en favor de character driven movies, es un hecho. Lo que me gustaría mencionar en este punto, es una tendencia actual (a raíz de Star Wars especialmente) donde la prensa "común" (no especializada en VFX) habla de si es lícito, legal y/o moral crear actores digitales que están muertos. Escritores y periodistas del mundo, no se están recreando actores, se están recreando personajes, que es muy distinto.
A nadie (espero) se le ocurriría recrear a Carrie Fisher (desgraciadamente fallecida hace poco) o a Mark Hamill (cuando este pase a mejor vida) para interpretar el papel principal (o secundario) de una nueva película. Los actores principales de Star Wars (incluido el no mencionado) no son precisamente Danny-Day Lewis o Meryl Streep. No se revive a los actores (que poco interesan, al menos estos en particular) si no a Leia y Luke (que si interesan).
Otra cosa sería revivir personalidades, como si ha ocurrido, como por ejemplo con el rapero 2Pac o con otras celebridades como Bruce Lee o Audrey Hepburn. En estos casos, poco que decir. Para eso se han inventado los derechos de imagen, para seguir exprimiendo la gallina de los huevos de oro. Díganselo a James Dean o Elvis, por ejemplo. Aun así, estos experimentos han sido notoriamente fallidos, al menos de cara a vender, que era su único propósito de concepción.
VFX Prediction #3: De-ageing will remain all the rage
El punto 3 dice que rejuvenecer actores/actrices seguirá en alza.
Poco mas que añadir. Esto pasa y pasará más a menudo, ya que algunas empresas como Lola Post han demostrado que hay un mercado por explorar y pocos (de momento) capaces de hacerlo bien.
Si a esto sumamos que algunos actores/actrices exigen por contrato que su apariencia en las películas sea una determinada, no me extrañaría que retocadores profesionales del mundo del modelaje tradicional se involucrasen en los VFX facilities, para retocar a los actores en función de factores totalmente ajenos a la narrativa.
VFX Prediction #4: Practical effects are back in fashion
El punto 4 dice que los practical effects vuelven a estar de moda.
No se muy bien como interpretar esto, ya que los practical effects nunca han pasado de moda. Lo que se puede hacer mejor, o más rápido, o con más iteraciones o simplemente más barato, se seguirá realizando de forma digital, como viene siendo. Lo que por otra parte necesite realizarse en el set, de forma física, se hará, como también se viene haciendo. Por eso no entiendo muy bien este punto.
Quizás este enfocado desde el punto de vista de la prensa (no especializada) que lleva tiempo culpando a los efectos digitales de la paupérrima calidad de algunas películas. Como por ejemplo la nueva Jurassic Park. Obviamente, la culpa no es de los visual effects, que son considerablemente superiores a la original (como no podría ser de otra forma), si no de una pobre escritura, una malísima interpretación, una dirección (como siempre) condicionada por cientos de factores externos, y un único afán de rescatar uno de los blockbusters más exitosos. Supongo que por ahí van los tiros.
VFX Prediction #5: VFX houses become full studios
El punto 5 dice que los VFX facilities se convertirán en full studios.
Sin duda. Como ya sabemos, los VFX facilities no ganan dinero. En todos los (grandes) proyectos, en el mejor de los casos, no pierden pasta. Solo hace falta ver los números de los últimos años de los big facilities, pérdida y acumulación de de duda. Por eso los chinos, indios, y demás fortunas están comprando prácticamente todos los VFX facilities por menos dinero de lo que cuesta producir una sola de las películas en las que trabajan. En ocasiones anteriores ya hemos hablado del caso "Gravity" representando para mi, el pináculo de esta situación.
Una solución parece convertirse en full studios, no sólo en una empresa de servicios, y producir así sus propios shows, como los hacen los productores de cine de animación, que estos si ganan dinero. Así estamos viendo a grandes nombres de los VFX produciendo cine de animación, experiencias de realidad virtual, películas independientes, etc.